Nací en Bilbao en 1987 y me críe en una familia de clase media en un pueblo cercano a Bilbao que tiene actualmente unos 17.500 habitantes. Aunque tenga dos hermanas, en mi casa hemos sido siempre seis, ya que aunque me educaron mis padres, era mi abuela la que se pasaba horas y horas con mis hermanas y conmigo mientras mis padres trabajaban mañana y tarde en una tiendita de Bilbao.
Desde pequeño me gustaba mucho cualquier deporte (ir en bici, el fútbol, el frontenis….) y fue con unos 14 años cuando empecé con el baloncesto y se convirtió en mi pasión. Tengo que agradecer muchísimo todo lo que me dio el baloncesto. Para mí, jugar en un equipo era desconectar, hacer amigos, soltar adrenalina, y en definitiva, felicidad, por lo que siempre aconsejo a todo el mundo que intente que sus hijos hagan algún deporte en equipo. Empecé a jugar en un equipo local y jugaba día y noche por mi cuenta. Unos años más tarde, además de seguir enganchado al baloncesto, también empecé a cuidarme con la alimentación, ir al gimnasio y salir a correr. Fueron muchos años en los que el deporte era mi forma de vida, pero tanto deporte no iba a ser bueno y tras detectarme una hernia discal tuve que dejar el baloncesto un poco de lado. Cuando parecía que la espalda empezaba a dejarme tranquilo, empecé con molestias y me detectaron desgaste de cadera, por lo que tuve que olvidarme de todo aquello que tuviera impacto (correr, baloncesto….). A día de hoy, estoy esperando a que me operen y mientras sigo cuidándome yendo al gimnasio y a caminar.
De chaval también estuve enganchado a un juego de cartas de roll (por llamarlo de una manera) llamado Magics, y me pasaba muchas tardes jugando a este juego con los amigos. Como curiosidad, hay maneras de jugar a este juego, pero a mí siempre me gustó la táctica de controlar al rival, algo que implica estar pensando durante toda la partida. Y por cierto, también aprendí pronto a jugar a la ajedrez y siempre me ha gustado, pero llevo mucho tiempo sin tener a nadie con quién jugar.
Otro de mis hobbys es escuchar música y estoy aprendiendo a tocar el piano por mi cuenta. Mi grupo favorito es U2, aunque tengo una lista infinita de grupos que escucharía a todos horas: Coldplay, Bryan Adams, Bon Jovi, Muse, The Killers, REM…
También me gusta estar con mi familia y mis sobrinos, y también tomarme algo con los amigos, aunque siempre he sido bastante casero. Tranquilamente puedo estar una tarde entera en casa viendo películas (Amelie es mi favorita), perdido por internet u organizando mi PC. Siempre me ha gustado tener la música perfectamente organizada, o tener todos mis gastos e ingresos meticulosamente registrados. Soy de números y se nota.
Siempre he sido nervioso, pero a la vez tranquilo. Soy tranquilo en el sentido de que no necesito estar constantemente haciendo cosas, me agobio un poco entre mucha gente, pero luego soy muy nervioso. Es difícil explicarlo, pero aún siendo nervioso, tengo la capacidad de estar tranquilo en los momentos en que el resto se pone nervioso (me ayuda con mis inversiones), y al revés (me perjudica en las inversiones). Del mismo modo, conozco a todo el pueblo y puedo parecer social, pero por otro lado también soy muy tímido.
Me llaman mucho la atención las plantas e incluso pasé una temporada aficionado a los bonsais, pero me parece que no tengo demasiada buena mano y no me suelen durar mucho tiempo. Aún así, me gusta mucho la naturaleza, los parques, los árboles, y siempre suelo tener plantas en casa.
Como a practicamente todo el mundo, viajar también es otro de mis hobbys, aunque de momento he viajado poquito, pero sí que me gustaría lanzarme más y recorrer mundo. Creo que estoy a tiempo aún.
Los idiomas siempre se me han dado mal (sé euskera pero nunca me he manejado bien con el inglés), pero me picó el gusanillo del chino y me pasé dos años estudiándolo. La verdad es que le metí muchas horas porque me gustaba mucho, sobretodo, la caligrafía, poder escribir cosas y entender pequeños escritos, pero finalmente lo dejé por falta de tiempo y otras preferencias.
En cuanto a estudios, tanto mis hermanas como yo, gracias a la educación de nuestros padres y otras circunstancias, siempre hemos sido responsables y hemos tenido la suerte y la capacidad de haber sacado buenas notas en la adolescencia y de haber podido terminar una carrera en la Universidad. En mi caso, tras haberme diplomado en Ingeniería de Telecomunicaciones y ver que no había demasiadas salidas para ejercer de ello, decidí realizar un curso de Desarrollo de Aplicaciones Web (programación informática) y nada más terminarlo tuve la suerte de empezar a trabajar de Desarrollador Web.
Tras haber obtenido un dinero trabajado un año mientras estudiaba la carrera y con los sueldos de algo más de un año en mi primer trabajo como desarrollador web, veía que tenía unos ahorros que no necesitaba a corto tiempo, ya que aunque tenía novia, aún no estábamos por la labor de independizarnos y nunca he sido un chico derrochador ni de tener muchos caprichos. Por lo tanto, empecé a interesarme en el mundillo de la inversión, y a buscar algo para que ese dinero que tenía parado me diese aunque sea unos eurillos de beneficio.
Una idea era meterme en un piso para alquilarlo, pero el hecho de no tener aún vivienda propia y tener la intención de tenerla de cara a unos años, me hizo descartar esa idea. Además, aunque mis padres tuvieran un pisito en alquiler, nunca han sido partidarios de invertir el dinero. Por lo tanto, seguí metiendo dinero en una “cuenta vivienda” para poder desgravarme en la declaración de la renta.
Pero es un día de octubre del 2015 cuando hablando con una de mis hermanas, que precisamente trabaja en una sucursal de un banco, me dice que hace unas semanas había comprado unas acciones de una empresa española y que su intención es venderlas si subían de precio. Como era mi hermana y la considero una chica prudente, y como siempre había oído (aunque no sea verdad) que la bolsa siempre sube, unos días más tarde decidí abrir yo también una “cartera de valores” en mi banco de confianza y comprar mis primeras acciones de una empresa española. Es ese día, cuando el mundo de las finanzas se convierte en otro de mis hobbys y mis pasiones.
En todo este tiempo informándome sobre economía y finanzas, leyendo blogs y artículos, viendo vídeos, intentando analizar empresas y gráficos, he llegado a la conclusión de que aunque no esté de más estar informado, todo ello afecta psicológicamente y es casi mejor no hacer caso a las noticias e invertir de manera periódica y prácticamente con un horizonte de tiempo superior a 10 o 15 años. Eso sí, antes de invertir, siempre hay que saber dónde estás poniendo el dinero y las consecuencias y riesgos que puede suponer la inversión.
He estado tiempo con mis inversiones en positivo, hasta tal punto de sentirme el mismo Warren Buffet (estoy exagerando) y pensar que esto era muy fácil, pero también momentos en los que he tenido que agachar las orejas y pensar que esto no es lo mío y que mejor me dedique a otro hobby.
Pero cada vez me apasiona más este mundillo, y habiendo llegado hasta aquí, con la experiencia que he ido adquiriendo y todo lo que he ido aprendiendo, y viendo que a medida que pasa el tiempo he ido haciendo las cosas mejor, estoy convencido de que haciendo las cosas de manera prudente y bien, y de cara a un plazo mínimo de 10 años, todo el mundo debería sacar rentabilidad a sus inversiones de manera sencilla.
Actualmente, llevo trabajando unos años en mi segunda empresa como desarrollador informático, ya soy poseedor (junto con el banco) de un pisito y sigo invirtiendo regularmente tanto en acciones de empresas como en fondos indexados y todo lo que me pueda resultar interesante y tenga un riesgo relativamente bajo. También entreno a un equipo de baloncesto escolar, y me he animado a publicar mis movimientos financieros e intentar dar mis consejos desde mi experiencia como inversor.