Este fin de semana se me finalizaba el periodo de “staking” de Bitcoin, y por lo tanto, he podido vender otra pequeña porción del mismo a un precio que considero lo suficientemente alto como para ir deshaciéndome de parte de las criptomonedas.
Algunos exchanges, como es el caso de Crypto.com, el que utilizo yo, permiten realizar dicho «staking» que es una manera de obtener recompensas en forma de criptomonedas tras bloquear cierta cantidad. Es decir, manteniendo bloqueada una cierta cantidad de una criptomoneda, se reciben unos ingresos pasivos independientemente de si la criptomenada sube o baja.
En mi caso, suelo poner diferentes partes del Bitcon y de Ethereum en “staking” durante tres meses para recibir un 4,5% y un 5,5% anual respectivamente. Esta rentabilidad se me va ingresando en forma de pequeñas porciones de Bitcoin y de Ethereum semanalmente en mi wallet.
Intento poner mis critpos en «staking» durante tres meses de tal manera que cada mes se me libere una porción y poder así vender parte de las critpos cada mes en caso de necesidad, o simplemente, de querer hacerlo. Como este fin de semana se me liberaba el «staking» de una parte de mis criptos, lo que he hecho es vender parte del Bitcoin y volver a poner el resto de Bitcoin y de Ethereum en “staking” durante otros tres meses más. Así, como tengo otra parte de Bitcoin en “staking” que se libera a mediados de diciembre y otra que lo hace a mediados de enero, tendré la posibilidad de vender parte de Bitcoin a mediados de diciembre, a mediados de enero y a mediados de febrero.
El dinero obtenido con la venta de la porción de Bitcoin lo he destinado a aumentar liquidez, a hacerme con alguna participación más del fondo indexado al SP500 que tengo en MyInvestor y a la compra de una acción más de Alphabet (empresa matriz de Google).
Para más información sobre fondos indexados, aquí explico en qué consisten.
¿Por qué he vendido parte de Bitcoin?
Como ya vengo avisando en entradas anteriores, no tengo ni idea de hacia dónde se va a mover Bitcoin ni el resto de las criptomonedas. Pueden seguir subiendo, pero de igual manera, también pueden darse la vuelta y bajar a valoraciones que pensamos que ya no pueden volver a darse. Tal vez Bitcoin llegue a 100.000 euros, puede ser, pero también puede ser que vuelva a haber otra época de pánico y vuelva a los 15.000 euros. Puede que Shiba Inu sume otro 500%, pero también puede bajar un 200% y que sea cualquier otra critpo (AVAX, CRO, KDA… cualquiera, ya que hay miles) la que se multiplique por cien. Por mucho que nos intenten hacer ver que metiendo horas se puede saber la tendencia de una criptomoneda, yo creo que es prácticamente imposible saberlo y es pura suerte acertar.
Como considero que las critpomonedas ocupan un buen porcentaje en mi cartera (a día de hoy entorno a un 25%) y no me siento cómodo con dicho porcentaje, mi idea desde hace tiempo es ir deshaciéndome poco a poco de ellas y destinar ese dinero a otro tipo de activos que considere más atractivos y de menor riesgo.
¿Por qué he optado por comprar Alphabet y no otras empresas?
Desde hace ya un tiempo y tras ver muchos análisis realizados por ciertos gestores de fondos de mi agrado, Alphabet (empresa matriz de Google) me parece que es la mejor empresa del mundo a día de hoy, y por lo tanto, la mejor alternativa para destinar parte del dinero obtenido con la venta de Bitcoin.
Como ya sabréis, Alphabet es una multinacional que cotiza en el Nasdaq 100, cuya principal filial es Google (el buscador, pero también Gmail, Google Maps, Android, Google Cloud o YouTube), aunque también es dueña de filiales como Google Ventures (división centrada en la financiación de startups), Calico (división biotecnológica que investiga sobre el envejecimiento celular y enfermedades relacionadas con la edad), Nest (centrada en la domótica de hogar) o Waymo (coches autónomos). Es la cuarta empresa con mayor capitalización en el mundo únicamente por detrás de Apple, Microsoft y Amazon, y su CEO es Sundar Pichai, informático indio-estadosunidense mucho más discreto que sus homólogos de Apple, Amazon, Facebook (ahora Meta) o Tesla.
A pesar de considerarla tan buena empresa, no había comprado Alphabet hasta hace unos meses porque para entrar en ella se exige comprar mínimo una acción, que cuesta actualmente alrededor de 3.000 dólares. Y como me gusta hacer compras pequeñas mensualmente, entrar en Alphabet siempre me ha dado un poco de vértigo y nunca me atrevía a dar el paso. Pero a mediados de 2021, aprovechando la venta de una pequeña parte de Bitcoin decidí destinar el dinero obtenido a abrir posición en Alphabet, y a partir de ahí, he hecho lo mismo en dos ocasiones más.
Lleva año tras año batiendo sus resultados y aumentando su beneficio por acción, y los últimos resultados de Google han sido espectaculares.
YouTube, segundo buscador de información más utilizado de internet solo por detrás de Google, está creciendo muchísimo y tiene todavía mucho margen para seguir haciéndolo.
Por otro lado, servicios como Google Cloud están disparando sus ingresos (un 40% más el último año) mientras han disminuido sus gastos, haciendo esto que aunque Google pueda crecer a un ritmo del 15% anual, los beneficios lo hagan a un ritmo bastante superior. Es decir, aunque crezcan sus ingresos a un ritmo de un 15% anual, el beneficio por acción en sí puede hacerlo a un ritmo del 20% o superior.
Además, la compañía lleva años recomprando acciones y ha acelerado el ritmo de las recompras el último año, algo que transmite mucho optimismo. El hecho de que una empresa esté comprando sus propias acciones incluso cuando cotizan a su máximo valor histórico es un buen indicativo de lo bien que ve la empresa su futuro y la firme apuesta que hacen sobre ella. La recompra de acciones consiste básicamente en que la compañía compra sus propias acciones, haciendo de esta manera que haya menos acciones en circulación, y por lo tanto, haciendo que cada acción aumente su valor en bolsa.
Y por último, debido al alto precio de sus acciones, que rondan los 3.000 dólares a día de hoy, podría darse el caso de que algún día nos notifiquen de un «split» en sus acciones. Un «split», consiste en dividir una acción en varias para rebajar el coste de las mismas. Es decir, pongamos el caso de que el «split» fuese de 1:6, en donde un accionista que posea una acción de Alphabet valorada en 3.000 dólares pasaría a tener seis a un valor de 500 dólares cada una. Esta maniobra creo que sería otro revulsivo para las acciones de Alphabet, ya que facilitaría la entrada de pequeños inversores en el accionariado de la compañía.
Por lo tanto, creo que es una empresa a la que a día de hoy nadie le hace sombra ni competencia, y simplemente siendo capaz de mantener su ritmo de creciendo de ingresos anuales un 15% (muy factible), junto con la tendencia de disminución de gastos que está teniendo y la recompra de acciones que realiza la compañía, Alphabet podría hacer crecer fácilmente su beneficio por acción más de un 20% anual. De esta manera, creo que es muy factible ver aumentar su cotización desde los 3.000 dólares actuales hasta los 4.500 antes de finales del 2022 y hasta los 7.500 dólares para finales del 2025.
Dentro de cinco años veremos si el cambio Bitcoin/Google ha sido un acierto o un error.
Aún así, y aunque parezca que he escrito esta entrada para poner en un ring a dos púgiles pesados como son Bitcoin y Google, para nada es así, ya que son dos activos que no se pueden comparar en ninguno de sus aspectos. No tengo ni idea de cual de los dos activos será ganador dentro de cinco años (tal vez los dos sean perdedores), pero lo que sí que tengo claro es que diversificar es fundamental, y me parece excesivo tener un 25% del dinero invertido en criptomonedas.