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A mi estrategia de inversión se le puede considerar una estrategia «Buy & Hold» y se basa principalmente en lo siguiente:
Inversión a largo plazo
Soy un inversor a medio/largo plazo, y por lo tanto, no busco rentabilidades de aquí a un año ni a dos años. Creo que invirtiendo a corto plazo (dos a cinco años), es imposible asegurarse una rentabilidad, y creo que es como tirar una moneda al aire. Podemos invertir en una vivienda y que en dos años haya un crash inmobiliario y nuestra vivienda pierde un 20% de su valor. Podemos invertir en las mejores empresas del mundo como Google, Amazon o Johnson & Johnson y que las sancionen por monopolio y sus acciones caigan un 25% de aquí a tres años, o que haya una pandemia y todas las bolsas del mundo caigan un 40% dentro de unos meses. Por lo tanto, no creo que sea una buena idea invertir si necesitaremos ese dinero dentro de dos años. A día de hoy, la opción de invertir nuestro dinero solo la veo sensata si la consideramos como una inversión a medio/largo plazo, de aquí a al menos cinco años vista.
Lo que busco yo es aumentar mi patrimonio poco a poco y ver que a medida que va pasando el tiempo las rentabilidades obtenidas aumentan y van cogiendo ritmo. La renta variable ha demostrado que a largo plazo, teniendo control, diversificando, y manejando bien las emociones, genera rentabilidades superiores al 5% anual, y por lo tanto, invirtiendo con un horizonte temporal de más de diez años se pueden conseguir rentabilidades interesantes y prácticamente seguras. Como ejemplo, una inversión de 1.000€ hoy, con rentabilidades del 5% anualizadas, serían un total de unos 10.000€ pasados 15 años, lo que significa que en 15 años habríamos duplicado nuestro dinero invertido.
Para obtener estas rentabilidades superiores al 5% anuales, mi estrategia de inversión será principalmente la de invertir en renta variable, y cuando alcance un patrimonio relativamente grande, tal vez, añadir parte en inversión inmobiliaria.
Pero lo más importante de todo es invertir a largo plazo, tener paciencia y no perder los nervios ni en los momentos de euforia (cuando todo el mundo compra) ni en los momentos de pánico (cuando todo el mundo vende). Si se invierte a largo plazo y diversificando bien, tenemos que estar convencidos de que a largo plazo obtendremos rentabilidades, y no debemos ser presas de nuestras emociones a la hora de invertir.
Diversificación
En cuanto a la renta variable, será una inversión combinada entre fondos (en principio, fondos indexados, es decir, fondos que replican índices y que tienen unas comisiones muy bajas) y acciones de empresas que considere atractivas. Como se ha demostrado ya, ni los mejores gestores del mundo baten a los índices mundiales, y por lo tanto, no creo que comprando acciones de empresas tenga mayores rentabilidades que invirtiendo en un fondo indexado al SP500 (bolsa de los Estados Unidos), pero como me gusta el mundillo, me gusta hacer mis «apuestas».
Es muy importante diversificar e invertir en productos con comisiones bajas.
Fondos
En cuanto a los fondos indexados, invertiré principalmente en el índice SP500 pero no dejaré de lado Europa y la economía de los países emergentes (China, India…). De momento, invierto en un fondo indexado a los países desarrollados (USA, Europa, Reino Unido, Japón…), en uno indexado al SP500 (las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos), en uno indexado a los países emergentes (China, India, Brasil…), y en un ETF indexado al Nasdaq100 (las 100 empresas del sector tecnológico más grandes de los Estados Unidos). Los fondos indexados me parecen una manera ideal de diversificar en todos los países del mundo y en todos los sectores con unas comisiones mínimas y sin comernos mucho la cabeza.
Acciones
Y en cuanto a la inversión en acciones, esta será principalmente una combinación de empresas consolidadas con un crecimiento esperado relativamente alto y empresas que repartan sus beneficios en forma de dividendos (aquí combinaré empresas con alto dividendo y empresas con dividendo creciente). Además, una porcentaje pequeño de la inversión en renta variable lo tendré en empresas o activos que consideraré más arriesgados, como pueden ser small caps (empresas de pequeña capitalización), startups (empresas recién creadas), criptomonedas… Para elegir en qué empresas invertiré, como no sé analizar las cuentas de resultados de las empresas, lo que hago y haré es seguir blogs y foros que me resulten serios e interesantes, contrastar opiniones y análisis de empresas realizadas por gente que controla, y con todo esto y mi pronóstico, valorar y poder elegir qué empresas comprar. Intentaré invertir diversificando en sectores y también en países y monedas, e intentaré alejarme de nuestro Ibex 35, ya que suele ser muy habitual cometer el error de invertir solo en el Ibex 35 cuando se empieza a invertir en bolsa (las mejores empresas del mundo están fuera).
Inmuebles
Creo que es más complicado empezar a invertir en el sector inmobiliario que en bolsa, ya que para invertir en el sector inmobiliario hacer falta tener ya cierto dinero ahorrado. Además, me parece que la inversión en renta variable da menos trabajo que la inversión inmobiliaria, aparte de ser mucho más líquida. En general, me gusta más la inversión en bolsa que en inmuebles, pero de todas formas, es bueno diversificar, y también me planteo invertir una parte de mi patrimonio en inmuebles dentro de unos cuantos años. Pero de momento, me sigo centrando en renta variable para sacar rentabilidad a mis ahorros.
Estrategia Buy & Hold
Por lo tanto, la estrategia consiste en diversificar el dinero de esa manera (fondos, acciones de empresas, tal vez inmuebles…), ir a largo plazo y no dejar de invertir nunca.
Seguiré una estrategia denominada «Buy & Hold«, que es básicamente comprar acciones y no venderlas nunca. Como considero que el dinero invertido lo invierto en empresas buenas que se van a revalorizar a lo largo de los años, la idea es realizar compras diversificadas temporalmente (mes a mes) y nunca vender.
Invertiré prácticamente todo lo que vaya ahorrando (también reinvertiré los dividendos) sin olvidarme de tener un «colchón» de seguridad por si vienen malos momentos o por si las bolsas nos dan oportunidades de entrar a niveles bajos. Es importantísimo tener un dinero sin invertir (por ejemplo en cuenta remunerada) por si nos hace falta para cualquier imprevisto que podamos tener.
Reinvirtiendo las rentabilidades obtenidas, se obtiene el llamado efecto «bola de nieve», haciéndose la bola de nieve (el patrimonio) cada vez más grande y cada vez a ritmos mayores. Al principio a una bola de nieve cayendo por una cuesta le cuesta un tiempo aumentar de tamaño, pero una vez que va cogiendo volumen, la bola comienza a crecer exponencialmente. Es por este motivo que a muchos inversores se les hacen complicados los primeros años de inversión (es difícil ver resultados a corto plazo), pero pasados unos años, la inversión en renta variable empieza a ser gratificante y se comienza a ver los resultados de haber tenido paciencia.