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Mi plan financiero: Cómo seré libre en 5 años
Hace unos días, mientras paseaba por el bidegorri, se me ocurrió charlar con Gemini sobre la independencia financiera para ver lo lejos que estaba la mía. Le di algunos datos: el dinero que tengo invertido, mis gastos anuales, algunos ingresos pasivos con los que ya cuento, y también lo que puedo invertir cada mes y la rentabilidad que espero obtener de mis inversiones anualmente.
Con todo esto, le fui haciendo varias preguntas y afinando cada vez más los detalles, para que me calculase cuánto tiempo tendría que seguir invirtiendo antes de poder dejar de trabajar si lo quisiera. Tras esa entretenida y esperanzadora charla, pensé que podría ser interesante compartir mi propio plan con vosotros.

La estrategia que he elegido me parece realista, conservadora y preparada para resistir los altibajos del mercado. Prefiero ser prudente y tener siempre presente la inflación, porque la vida cada vez será más cara. Este plan está pensado para darme la libertad de dejar de trabajar si algún día así lo decido, aunque no significa que tenga que hacerlo.
Nunca he buscado ser rico ni acumular grandes cantidades de dinero. No me interesan los lujos ni me atraen los caprichos. Lo que de verdad valoro es disponer de tiempo libre para hacer lo que me apetezca y vivir con más calma: leer, aprender cosas nuevas, compartir momentos con mi familia y amigos, dedicar más tiempo a mi salud o viajar más.
Si estás pensando en dejar de trabajar o simplemente en vivir con más tranquilidad, quizá esta entrada te sirva (o quizá no) como punto de partida.
Y si quieres inspirarte en un caso real, puedes leer la historia de Josean Jarque, inversor valenciano y autor del blog enormepiedraredonda. Mediante disciplina, inversión en dividendos y mentalidad financiera estratégica, Josean alcanzó la independencia económica a una edad temprana y se dedicó a recorrer el mundo con su mochila.
Mi situación actual
Aquí están mis números actuales:
- Capital inicial: 250.000 €, invertidos en una cartera diversificada que incluye acciones, fondos, ETFs y EPSV. Soy algo conservador, ya que en realidad tengo algo más invertido. Además, dispongo de otra porción de mi capital invertida en criptomonedas que no la estoy teniendo en cuenta.
- Ingresos «pasivos» sin contar mi trabajo principal: 9.500 € netos anuales, procedentes de dividendos de mi cartera (5.500 €), mi trabajo como entrenador de baloncesto (3.000 €), y el alquiler de dos parcelas de garaje (1.000 €). También intento ser conservador en este cálculo, porque lo esperado es que las empresas aumenten sus dividendos con el tiempo y que, a medida que invierta más en acciones, los ingresos por dividendos crezcan un poco. Además, el sueldo como entrenador también es ligeramente superior al indicado. Para mí, entrenar es más un hobby que un trabajo, aunque obviamente requiere cierto compromiso.
- Cantidad necesaria para vivir: 24.000 € al año, es decir, lo que gasto en un año. Esto incluye gastos de vivienda, coche, cuidado personal, ocio, entre otros. Uno de los gastos considerados es la hipoteca, la cual debería ir reduciéndose con el tiempo. Una vez más, creo que soy conservador en este cálculo, ya que dentro de esos 24.000 € estoy incluyendo un fondo para imprevistos y una partida generosa para viajes. Puede que haya opiniones diversas sobre si esta cantidad es suficiente, pero yo estoy convencido de que con ella podría vivir bien sin necesidad de trabajar. Eso sí, soy consciente de que la inflación hará que dentro de unos años estos 24.000 € no tengan el mismo poder adquisitivo que hoy, por lo que estimo un incremento aproximado del 2,5% anual en esa cifra. Precisamente por eso procuro ser conservador en todos mis cálculos.
- Aportación mensual: 1.500 € a la compra de acciones y a la aportación de fondos.
- Rentabilidad anual esperada de mis acciones y fondos: 5% anual. Este 5% se refiere únicamente a la apreciación del capital, sin contar los dividendos, que ya he incluido en “Ingresos fijos”. Mi intención al invertir es lograr una rentabilidad superior, incluso del 8–10% anual, pero para ser conservador también en este cálculo, utilizo un 5% anual como referencia.
Con los ingresos «pasivos» actuales (dividendos, baloncesto y parcelas), necesitaría otros 14.500 € extra para poder cubrir los gastos anuales de 24.000 €. Ese es el «agujero» que tengo que cubrir para ser financieramente independiente.
El objetivo: ¿Cuál es mi número mágico?
Para cubrir ese déficit, utilizaré una de las reglas más populares, la del 4%. Esta regla no garantiza nada, pero nos sirve como referencia para retirar el dinero necesario para vivir sin que nuestra cartera pierda valor a largo plazo. Según esta regla, podríamos retirar el 4% anual de nuestra cartera y el capital invertido debería durarnos toda la vida. Os dejo aquí un artículo que me ha parecido interesante sobre esta regla.

En mi caso, para ser más conservador, usaré la regla del 3,5%. Teniendo en cuenta que los mercados bursátiles suelen revalorizarse alrededor del 7–8% anual, retirando un 3,5% del valor de mi cartera cada año, la probabilidad de que mi dinero dure indefinidamente es bastante alta.
Para generar los 14.500 € que necesito, mi cartera debe alcanzar un valor de:
Capital objetivo de la cartera = 14.500 € / 0,035 = 414.285 €
Ese es mi número mágico. Una vez que mi cartera llegue a esa cifra, podré dejar de trabajar y vivir de mis inversiones junto con mis otros ingresos pasivos. A partir de ahí, podré retirar un 3,5% anual, manteniendo mi patrimonio intacto y asegurando que la cartera no pierda valor con el tiempo.
La proyección: ¿Cuánto tiempo tardaré en lograrlo?
Con mi aportación mensual de 1.500 € y una rentabilidad anual del 5%, el camino hacia mi objetivo de 414.285 € está bien definido. Usando una calculadora de interés compuesto, el resultado indica que alcanzaré la cifra en algo menos de 5 años.
Lo pongo de manera más visual para ver que la calculadora no miente. Veréis que vuelvo a ser conservador una vez más, y no teniendo en cuenta las nuevas aportaciones del año para generar intereses.
Año 1
- Capital al inicio del año: 250.000 €
- Intereses generados: 12.500 € (5% de los 250.000 €)
- Aportación anual: 18.000 € (1.500 € cada mes)
- Total al final del Año 1: 280.500 € (250.000 € + 12.500 € + 18.000 €)
Año 2
- Capital al inicio del año: 280.500 € (capital final del año anterior)
- Intereses generados: 14.025 € (5% de los 280.500 €)
- Aportación anual: 18.000 € (1.500 € cada mes)
- Total al final del Año 2: 312.525 € (280.500 € + 14.025 € + 18.000 €)
Año 3
- Capital al inicio del año: 312.525 € (capital final del año anterior)
- Intereses generados: 15.626 € (5% de los 312.525 €)
- Aportación anual: 18.000 € (1.500 € cada mes)
- Total al final del Año 1: 346.151 € (312.525 € + 15.626 € + 18.000 €)
Año 4
- Capital al inicio del año: 346.151 € (capital final del año anterior)
- Intereses generados: 17.307 € (5% de los 346.151 €)
- Aportación anual: 18.000 € (1.500 € cada mes)
- Total al final del Año 1: 381.458 € (346.151 € + 17.307 € + 18.000 €)
Año 5
- Mes 1 del año 5: 384.582 €
- Mes 2 del año 5: 387.721 €
- Mes 3 del año 5: 390.876 €
- Mes 4 del año 5: 394.046 €
- Mes 5 del año 5: 397.232 €
- Mes 6 del año 5: 400.434 €
- Mes 7 del año 5: 403.651 €
- Mes 8 del año 5: 406.884 €
- Mes 9 del año 5: 410.134 €
- Mes 10 del año 5: 413.399 €
Con esta metodología de cálculo, el objetivo se alcanzaría exactamente en el mes 59, es decir, al cabo de 4 años y 11 meses.
Si empiezo la cuenta atrás desde hoy…
¡Me quedan 1825 días para alcanzar la libertad financiera 🚀!
Ahora bien, es importante recordar que estos cálculos parten de supuestos conservadores pero, al fin y al cabo, teóricos. La realidad rara vez es tan lineal: los mercados tienen altibajos, la inflación y la fiscalidad pueden variar, y siempre pueden aparecer imprevistos. Por eso, aunque la proyección sitúe el objetivo en unos 5 años, en la práctica podría alargarse hasta 6 o 7. Aun así, lo esencial no es la exactitud del calendario, sino mantener el rumbo y la disciplina que acercan cada día más a la meta.
Mi estrategia para los años buenos y malos
Aquí viene una parte crucial de mi plan, diseñado para capear las fluctuaciones del mercado. Mi estrategia se basa en tres puntos clave:
- En años buenos: Si la rentabilidad de mi cartera supera el 5% y me sobra dinero para cubrir mis gastos, no me lo gastaré. En lugar de eso, ese sobrante lo trasladaré a un fondo de renta fija o similar, para usarlo como colchón de seguridad. Además, como es posible mover dinero de un fondo a otro sin pasar por Hacienda, no tendré que pagar impuestos por esa operación.
- En años malos: Si el mercado cae y mis ingresos por dividendos o la rentabilidad de mi cartera son menores a lo esperado, usaré el dinero del fondo de renta fija que he ido construyendo. De esta manera, evito vender mis acciones a un precio bajo y doy tiempo a mi cartera para recuperarse.
- Retiros inteligentes: En lugar de retirar el 3,5% de mi cartera de golpe una vez al año, lo haré mensualmente. De esta manera, mi ritmo de gasto se mantiene constante y no tengo que preocuparme por las fluctuaciones del mercado a corto plazo.
En resumen, mi plan combina un objetivo realista con una estrategia de gestión de riesgo conservadora. No busco hacerme rico, sino construir una base sólida para mi futuro. Con disciplina y paciencia, sé que la libertad financiera es un objetivo difícil, pero alcanzable.

Tal y como mencioné al comienzo, esto no significa que vaya a dejar mi trabajo en cinco años, pero sí que podría prescindir de él si lo quisiera. Por lo tanto, este plan siempre me permitirá combinarlo con mi trabajo principal, o incluso pasar de una jornada completa a media jornada, o incluso a un tercio de jornada, según lo desee.
Entrada genial, no sé cuántas simulaciones he hecho ya con la IA pero la verdad es complicado afinar , la incertidumbre de los mercados en el futuro y las necesidades propias imposibles de controlar cuando vayamos haciendo años como cuidados o similares ponen el objetivo de la libertad financiera muy difícil.
yo personalmente optaré por excedencias cada pocos años con el fin de disfrutar más el ahora.
un saludo y enhorabuena…
Mil gracias por el comentario!!! =)
Sí, la verdad es que en renta variable siempre habrá riesgo y es prácticamente imposible poner una fecha concreta. Todo dependerá si justo al cuarto/quinto año no pilla una crisis bursátil o pasa algo raro. Creo que lo que pongo en la entrada es «realista» pero también un poco clickbait.
Y sí, lo de coger excedencias de vez en cuando, o incluso reducir la jornada un porcentaje considerable es otra opción. Incluso si continuara con la jornada completa, todo lo que gane de sueldo podría pasar a la inversión/colchón y le daría un empujón más a la libertad financiera. Podría bajar esa regla del 4% incluso al 3%, o destinar el sobrante luego a fondos de renta fija o similar.
Otra opción es poner un horizonte temporal más lejano y disfrutar más ahora como bien dices, pero bueno, de momento, intentaré seguir el plan de la entrada e invertir al menos 1500 euros al mes a renta variable. La verdad, que lo de coger excedencias cada dos años es una idea buenísima, me la apunto =)
Y por lo que veo… ¡Enhorabuena a ti también!